jueves, 20 de marzo de 2008

Crónica del GP de Australia - Carrera llena de abandonos

Hecatombe para el primer GP de la era "sin TC"


Hamilton con la ensaladera de vencedor en el GP de Australia 2008

Sol de justicia en las Antípodas. Un sol que convertía el asfalto del Albert Park, Melbourne, en un infierno de 51º abrasadores para gomas y mecánicas; o al menos eso indican los 15 abandonos en carrera. Y si los protagonistas se iban a las Antípodas a competir, la parrilla y la carrera han sido las antípodas de lo esperado en esta primera prueba puntuable para el Campeonato del Mundo FIA F1 2008.

El “casi” campeón de 2008, Lewis Hamilton, salía desde la pole en este primer Gran Premio de Australia 2008 con un sorprendente Robert Kubica a sus espaldas. Heikki Kovalainen ocupaba la tercera plaza en su debut con McLaren seguido de Felipe Massa. Los dos grandes, sin embargo, salían muy por detrás: Fernando Alonso desde la undécima posición y Kimi Räikkönen desde la decimosexta plaza.

La salida se preveía, por tanto, emocionante y los pilotos de la categoría reina del automovilismo no han decepcionado. Massa y Kovalainen luchaban al final de la recta de meta por la tercera posición provocando la salida de pista del brasileño, que posteriormente cambiaría el morro de su Ferrari. El otro Ferrari, sin embargo, se llevaba los aplausos haciendo una salida espectacular. Agresivo en cada curva, Kimi Räikkönen pasaba de la decimosexta posición a la octava, pasando incluso a Fernando Alonso que también remontaba algunas posiciones y se situaba noveno justo antes del anuncio de salida a pista del primer Safety Car de la temporada; y no sería la última vez que lo veríamos en el asfalto de Albert Park. Los culpables de esta salida eran los componentes del grupo de cola formado por Anthony Davidson, Piquet, Sato y compañía, que tenían un incidente en la primera curva. Tras la relanzada, Massa vuelve a entrar en boxes, esta vez para repostar, y se ve relegado a la última posición. Por delante, en la vuelta 6 los diez primeros pilotos son Hamilton, Kubica, Kovalainen, Rosberg, Heidfeld, Trulli, Barrichello, Räikkönen, Coulthard y Fernando Alonso.

Lewis Hamilton le saca todo el jugo a su McLaren Mercedes y abre hueco con excesiva facilidad, Kimi presiona a Barrichello y Fernando a Coulthard: duelos de infarto en los primeros compases del Gran Premio. Hamilton marca vueltas rápidas en cabeza y su privilegiada situación contrasta enormemente con la de uno de sus rivales en GP2, Nelsinho Piquet, que pierde ritmo y posiciones; hasta Felipe Massa adelanta a su compatriota en la lucha por la decimoquinta posición. Mientras, en los mano a mano Alonso pierde algo de ritmo con respecto al escocés David Coulthard, que le exige todo y más al Red Bull, y Räikkönen recorta distancias décima a décima por sectores al brasileño Rubens Barrichello que le da minutos de televisión a su equipo, Honda, desaparecido del mapa el año pasado.

En la vuelta 16, Robert Kubica hace su primera parada saliendo justo por detrás de Kimi. Para Hamilton, la carrera está siendo una especie de contrarreloj en la que él mismo se marca sus propias metas. Los 1’27 empiezan a caer para el inglés que está disfrutando de lo lindo en su debut como primer piloto de McLaren. Dos vueltas después se desvía buscando la entrada de boxes para hacer su primera parada, cuando se encontraba nada más y nada menos que a 14.7 segundos de su compañero Heikki Kovalainen. En esa misma vuelta, Kimi Räikkönen encuentra el hueco y adelanta a Barrichello en la segunda curva haciéndose con la sexta posición. Teniendo en cuenta la posible estrategia a una parada del finlandés, las cosas le pintaban de lujo cuando Hamilton volvió a pista 12 segundos por delante del Ferrari.

Poco después pararían Rosberg y Heidfeld, y en la siguiente vuelta lo haría Kovalainen. El joven finlandés salía del pitlane justo por delante de su compatriota Räikkönen, cortando en seco la cabalgada de Iceman en su particular remontada. Con Heikki por delante, las opciones de victoria se desvanecían para el de Espoo.

David Coulthard también hacía su parada dejando vía libre a Fernando. Por desgracia para el escocés, su carrera estaba a punto de terminar. Saliendo del pitlane por delante de Massa, un intento de adelantamiento muy agresivo del brasileño (unido a un posible despiste de David que seguramente no le vio por el retrovisor) provoca un accidente entre ambos en el que el Red Bull acaba completamente destrozado. El Ferrari, a pesar de seguir en pista, pagaría caro este incidente en la segunda mitad de la carrera.

Y como buen accidente que se precie, se requiere la presencia del Safety Car por segunda vez. Kimi Räikkönen iba directo a la calle de boxes justo antes de que se cerrara el pitlane, ante lo cual el finlandés rectifica y vuelve a pista. Fernando también tenía que parar, pero a ambos les tocaba esperar y ahorrar combustible hasta que los semáforos se volvieran verdes. Dada algo después esta circunstancia, Robert Kubica y Fernando Alonso entran a repostar, sin embargo Kimi, inexplicablemente, no lo hace. Lo haría más tarde, pero en ese corto intervalo de tiempo la carrera se descontrola por completo y se vuelve absolutamente caótica. El Safety Car dejaba de nuevo el camino libre y Kimi se lanzaba a por Kovalainen. En el primer intento cubre bien la posición, pero en la recta posterior a la primera curva Kimi le encuentra el interior. La agresividad de Iceman impresiona a Heikki que sólo puede intentar defenderse con un latigazo, aunque fue suficiente ya que Kimi no conseguía controlar la frenada y se tragaba literalmente la curva a derechas. Con esfuerzo y algo de suerte consigue volver a pista, pero justo entonces las cámaras de la realización australiana enfocan al otro Ferrari, el de Felipe Massa, en un lateral de la pista abandonando la carrera y poco después aparecía el Renault de Piquet Jr. sin piloto, también fuera de carrera.

Sébastien Bourdais, cuatro veces campeón de la Champ Car americana, había tenido un mal debut en la clasificación; sin embargo, tras la sucesión de acontecimientos tan frenéticos y los dos Safety Cars, el francés se encontraba en sexta posición, siendo el único representante de Toro Rosso ya que su compañero Vettel había sido una de las víctimas de la montonera por la cual salió a pista el primer coche de seguridad. Por su parte, Fernando Alonso se encontraba en una situación inesperada, luchando contra Kubica aunque con muchas dificultades. El Renault, definitivamente, no es la “machina competitiva” que describía Flavio Briatore.

En tal contexto, Kimi se encontraba en la última posición tras su parada en boxes, una pena teniendo en cuenta la gran carrera que había realizado hasta entonces; y por si esto fuera poco, en su lucha con el Toyota de Timo Glock lo da todo hasta el punto de trompear en la misma curva en la que unas vueltas antes se había salido. En la siguiente vuelta, Lewis Hamilton hace su última parada y su compañero Heikki Kovalainen marca la definitiva vuelta rápida de carrera en 1'27"418.

Y como nota final al Gran Premio de autos locos de Australia, Timo Glock perdía el control de su Toyota y lo destrozaba dejando piezas por toda la pista y haciendo necesario, por tercera vez, el Safety Car. Rubens Barrichello hacía su parada y salía con el pitlane cerrado, lo que posteriormente le costaría un stop & go de 10 segundos, aunque lo más destacable de esta maniobra es que en su salida se llevaba colgada la manguera de inyección de combustible con el mecánico incluido; todo ello, no obstante, por culpa de un fallo de coordinación del "hombre de la piruleta"

Fernando Alonso haría su parada poco después, ya con el pitlane abierto, y sólo perdía dos posiciones reales, mientras que Kovalainen perdía todas las opciones quedándose penúltimo a falta de 12 vueltas para el final. Nuevamente todo se desmadra con la vuelta a casa del Safety Car, ya que antes incluso de pasar la última curva Kazuki Nakajima estampa literalmente su Williams contra la parte trasera del BMW de Kubica. Ambos entran a boxes después, también Barrichello para recibir el stop & go, y para colmo Kovalainen atacaba a Räikkönen dejándole sin sitio y frenando mucho la marcha de ambos. Todo esto se une, se remueve bien, y tenemos a Fernando Alonso en quinta posición, por delante de los dos finlandeses y por detrás de Bourdais, Rosberg, Heidfeld y Hamilton. Increíble.

Y parecía que todo iba a terminar... nada más lejos de la realidad. Kimi empieza a perder velocidad, tanto que se mueve en los 1’34 y los chicos de Honda avisan a Barrichello de que si aprieta puede alcanzarle. Cosa que tampoco haría falta porque el actual campeón del mundo finalmente abandonaba camino de boxes. Un triste final para una gran carrera, sobre todo en la primera mitad. Y mismo final para Sébastien Bourdais en su debut cuando una nube blanca salía de su motor.

Ahora todo quedaba en manos de Alonso y Heikki. El español tapaba y defendía la posición como podía frente al empuje terrible del finlandés a manos del McLaren. A falta de dos vueltas, este empuje daba sus frutos y Kovalainen le arrebataba la cuarta posición a Fernando... hasta que pasaban por meta. Entonces Heikki le borraba la sonrisa de cuajo a su patrón Ron Dennis cuando era sobrepasado en plena recta por Alonso. ¿La razón? el finlandés había pulsado por error el limitador de velocidad; las comparaciones con el problema de Hamilton en Brasil no se hicieron esperar.

Así que, finalmente, Lewis Hamilton cruzaba la línea bajo la bandera a cuadros en primera posición, en una carrera realmente cómoda para él. Heidfeld y Rosberg le seguían, y por detrás un pletórico Alonso que con talento, esfuerzo y un poco de suerte en esa recta final se llevaba 5 puntos que sabían a gloria. Kovalainen, Barrichello y Nakajima pasaban por detrás cerrando la lista de pilotos que conseguían terminar la carrera. Aún así, Bourdais se llevaba 1 punto por haber cubierto el mínimo de vueltas antes de abandonar.

En resumen, una locura de comienzo. La desaparición de las ayudas electrónicas ha sido sin duda una gran decisión. Las cosas pueden cambiar, y mucho, en la F1 a partir de ahora. El siguiente capítulo, dentro de siete días en el infierno tropical de Sepang, Malasia.

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