lunes, 30 de junio de 2008

ESPAÑA VENCE 1-0 A ALEMANIA CON GOL DE TORRES EN LA FINAL



¡¡¡La Eurocopa es nuestra!!!



España ha roto la última maldición. España entera gritó gol a los 33 minutos, cuando Torres batió a Lehmann. Fiel a su fútbol de siempre, termina el torneo con una estadística impecable, sin una derrota. Y con una victoria corta para su merecimiento, pero suficiente para cambiar el rumbo de su historia futbolística.

Alemania es una selección poderosa. Dura, pero plana. Veloz a la contra, pero previsible. E infinitamente corta de ideas. En realidad, sólo plantea una dinámica y otra en los lanzamientos laterales o desde los ángulos. No da más.

España ha enamorado por su juego, por su capacidad de sufrimiento y por su convicción. Por su sabiduría. Sale con el trofeo y con el mejor goleador, con el mejor registro anotador y el menor número de goles encajados. Ha sido líder hasta en 'fair play'. Ante Alemania, cualquier espectador neutral apreció de un vistazo qué equipo se merecía el título.

Alemania empezó dispuesta a ahogar a los centrocampistas españoles, expulsarlos de posiciones de pase y control para salir en velocidad por su única zona potable, la izquierda. Lo consiguió a medias durante el primer cuarto de hora, en la que sacó a colación su único argumento ofensivo: Lahm, el germano que sabe sacar el balón desde atrás, conectó con Podolski o Frings, rápidos en el envío a Ballack, quien a su vez buscó siempre la prolongación otra vez a la izquierda, donde esperan el lateral o el punta de origen polaco. Como siempre, Schweinsteiger a la espera para remachar.

No fuimos Portugal. Ni con esa jugada-tipo, ni perdiéndolo en las faltas, gracias a un portero que ha aprendido a volar y sacar los puños con autoridad. Y Alemania se fue enlatando ella sola, en salsa de fútbol español, el mejor de la Euro con la cabeza erguida y el balón siempre en los pies. A lo más que aspiraban algunos alemanes, como Ballack era a pisar o golpear los tobillos de los 'pensadores' de Luis Aragonés.

Fernando Torres, en los primeros minutos demasiado separado de los enlaces -Cesc, Iniesta, Xavi o Silva, según los casos- se metió unas carreras de salvaje. Se lo ha dicho el seleccionador mil veces, desde que le subió a Primera División: "Usted es alemán". En cuanto el acelerón fue de 15 metros en lugar de 30, en cuanto Xavi midió el pase entre líneas, llegó el gol del 'Niño', superando a Lahm y levantando la pelota por encima de Lehmann con toda delicadeza.

Desde antes, desde el cuarto de hora, los alemanes gritaron ¡piedad!. Los españoles la tuvieron. No se ensañaron y eso les hizo sufrir más de la cuenta. Un palo, varias paradas afortunadas de Lehmann, un rechace de Frings en la línea de gol debieron ser suficientes para rematar a la 'Mannschafft'.

El resultado ajustado no combinaba con el dominio absoluto del balón y del territorio. Los alemanes sacaron los tractores, se emboscaron tras un árbitro miedoso, antítesis de la justicia. España siguió jugando al fútbol. A veces con dificultad, porque el rival se echó para adelante con lo único que posee: el cuerpo a cuerpo, el físico imponente.

Es lo que sucedió tras el descanso, cuando Lahm se quedó en el banco alemán -no por su último error defensivo del torneo en el gol de Torres, sino por lesión- y Joachim Löw lo cambió por Jansen. Después quitó un medio defensivo para meter un delantero más, Kuranyi. Tampoco funcionó el tanque Gómez, que reemplazó al perdido Klose en los últimos minutos.

España ha sido un equipo unido y por eso ha sido de largo el mejor. Y Xavi su jefe sobre el campo. Sólo ahí, donde no admite discusión. En la final volvió a construir una obra admirable desde atrás, desde delante. Y siempre recibió el apoyo, la compañía de cada uno de sus colegas de aventura.

Los cambios de Luis Aragonés fueron de nuevo un acierto. A las andanadas de Löw respondió reforzando la zona de medios con Alonso y Cazorla. Y terminó metiendo miedo con Güiza para dar descanso a un exhausto Fernando Torres, héroe de la noche y de la historia de la selección desde este mismo momento.

A Alemania se le acabaron la potencia y el músculo que destacan en sus planteamientos. Se hartó de correr para nada. Intentó acorralar a la 'niña bonita' del continente con su último estertor del valiente. Pero España terminó el partido con los pulmones llenos de orgullo y los músculos de hierro. Los alemanes, pura paja. Muertos y rendidos al campeón de Europa.

Desde el 64 no ganabamos...YA ERA HORA

ESPAÑA 1964

El Bernabéu vive el único título español

El gol de Marcelino sentenció el triunfo por 2-1 ante la URSS en la Eurocopa 64. (Foto: DPA

La Eurocopa llegó a España durante la etapa aperturista de la Dictadura del General Franco. Una cita deportiva que sirvió como válvula de escape para la sociedad española y que fue el primer paso para fomentar las relaciones en el continente. Villalonga, técnico español, introdujo aires de renovación con un joven equipo que tomó el relevo de los Puskas, Di Stéfano y Gento. Luisito, como conocían a Luis Suárez, era el cerebro de un equipo crecido ante el apoyo masivo del público.

Sin embargo, la clasificación de la URSS para la fase final enrareció el ambiente ya que se esperaba una respuesta al boicot que cuatro años antes había protagonizado el equipo español ante los soviéticos. La réplica no se produjo y la segunda edición de la Copa de Europa de Naciones siguió adelante. España-Hungría y URSS-Dinamarca fueron las semifinales. Los españoles sellaron su pase a la final con una sufrida victoria ante el conjunto magiar en la prórroga gracias a un gol de Pereda. Cita a la que tampoco faltaría la URSS tras borrar a Dinamarca con un 3-0. El Santiago Bernabéu sería el escenario de la histórica final de 1964.

La estrella
nombre
Chus Pereda
España
Español

Dos goles decisivos para la historia de España y una pierna derecha que elevó a Marcelino a lo más alto de la historia del fútbol español. Su velocidad desde el extremo derecho le permitió convertirse en el mejor jugador de la competición, así como en el máximo goleador junto al húngaro Novak.

Diez razones para ser campeón


  1. 1.Fidelidad a un estilo

    Se decía que España nunca había ganado nada porque, a diferencia de los campones históricos, no tenía un estilo propio. Si algo ha demostrado esta Eurocopa es que el buen fútbol y la defensa eficaz son compatibles con el éxito. Eso sí, todo bajo el guión de España. Aragonés requirió tiempo y respeto para construir un equipo que sepa cómo jugar cada vez que se junta. Ese equipo está ahí, y será la mejor herencia que quedará para el futuro.

  2. 2.Un once tipo

    A diferencia de anteriores torneos internacionales, el once inicial de España apenas sufrió variaciones durante la Eurocopa de Austria y Suiza. Empezar con victoria el campeonato es fundamental para dar estabilidad y credibilidad a una idea, la de Luis Aragonés, que sólo tuvo la eterna duda entre el 4-4-2 y el 4-1-4-1. Al fin, vimos a una España que se encontraba en el campo porque sabía quién y dónde jugaba.

  3. 3.Funcionó el plan B

    Las adversidades se resolvieron inadvertidamente. La lesión de Villa y su posterior baja para la final no implicó nada en el equipo. Güiza estuvo siempre preparado para resolver la papeleta con dos goles en partidos clave. Cesc, el titular sin puesto en el once tipo, justificó su renombre en Inglaterra con una memorable actuación ante Rusia, desatascando la creación. Otros, como Alonso, Cazorla o De la Red estuvieron al quite en cuanto Aragonés les dio la oportunidad.

  4. 4.Casillas ante Italia

    Un muro infranqueable. La agonía de los penaltis, reproducida en forma de maldición durante la historia de la selección, se volvió éxtasis tras la actuación de un portero que dice que no es un especialista en los 11 metros. Y además, lo hizo ante la cara del mismísimo Buffon, el considerado mejor portero del mundo. Sin duda, un duelo irrepetible e histórico, como dos pistoleros del oeste. Casillas ponía la guinda así a un año de ensueño.

  5. 5.Villa en estado de gracia

    La demandada falta de efectividad goleadora de España se esfumó con la reaparición de Villa. 'El Guaje' calló las críticas que le inundaron durante toda la temporada y demostró que su presencia en esta Eurocopa estaba más que justificada. Su compenetración con un sombrío Torres fue excelente, lo que abrió la puerta a goles en carrera, aprovechando la cualidades del asturiano: garra, velocidad, regate y disparo.

  6. 6.Cesc devora a Rusia

    La brillante segunda parte de España ante Rusia tiene en Fábregas a uno de sus responsables. El catalán estuvo omnipresente. Liberado de compañeros a su alrededor, Cesc disfrutó del espacio de juego que demanda y que en el Arsenal le ha hecho grande. De él salieron las dos precisas asistencias en los goles de Güiza y de Silva. Fue sin duda su mejor partido con España, deshaciendo el terrible lastre que le caía cada vez que jugaba con la Selección.

  7. 7.Senna, el pivote sólido

    La perfección como mediocentro defensivo. El hispanobrasileño, una de las apuestas personales de Aragonés desde el pasado Mundial, siempre rindió al máximo, sobre todo ante Italia. Pulmón en lo físico, muro en lo defensivo, no necesitó de nadie más para taponar cualquier hueco en el centro del campo. Además, demostró que sabe leer el juego en ataque y disparar a puerta.

  8. 8.Cada jugador con su rol

    Los papeles estaban claros. Uno de los rasgos de este equipo es la complementariedad de cada jugador con el resto. Sin líderes que puedan romper la unidad del equipo, sin estrellas, sin jugadores por encima de otros. Hasta Palop, tercer portero y mero espectador privilegiado de la Eurocopa, cumplió su función como animador del grupo y sorprendió con su homenaje a Arconada.

  9. 9.Confianza en la defensa

    ¿Quién dijo que la parte débil de España era la defensa? Puyol y Marchena, titulares indiscutibles, callaron todas las voces que tenían en su contra. Sin lugar a dudas, una de las parejas más efectivas del torneo. Puyol, que comenzó nervioso, volvió a sacar su garra. Marchena, criticado hasta la saciedad, estuvo inconmensurable ante 'toros' como Toni o Klose. Capdevila no bajó de la correción en ningún momento. Ningún error grave. En la derecha, Ramos superó su pájara inicial para ser el peligroso lateral del Madrid.

  10. 10.La batuta de Luis

    Pasó de presentar su dimisión a despedirse de la Selección como campeón de Europa. Ni el debate de Raúl, ni los malos resultados al inicio de la fase de clasificación, ni las polémicas con la prensa, ni tantas otras cosas, le hicieron temblar en sus decisiones y en sus apuestas al mando del combinado nacional. Convencido de lo que quería, creó un equipo campeón 44 años después del blanco y negro del 64. La historia le recordará siempre y justificará su calificativo del 'Sabio de Hortaleza'.

ESPAÑA GANA LA EUROCOPA

El autor del gol del triunfo de España, Fernando Torres, designado mejor jugador de la final

El delantero de la selección española Fernando Torres fue designado como mejor jugador de la final de la Eurocopa de Austria y Suiza, disputada en el Ernst Happel de Viena, y en la que España se proclamó campeón tras ganar a Alemania (0-1) merced a un tanto del ariete del Liverpool.
El autor del gol del triunfo de España, Fernando Torres, designado mejor jugador de la final

El delantero de la selección española Fernando Torres fue designado como mejor jugador de la final de la Eurocopa de Austria y Suiza, disputada en el Ernst Happel de Viena, y en la que España se proclamó campeón tras ganar a Alemania (0-1) merced a un tanto del ariete del Liverpool.
Torres, que hoy jugaba como único punta tras la baja en los de Luis Aragonés de David Villa, que sufrió una lesión muscular en el encuentro de semifinales frente a Rusia, recibió por primera vez este galardón que reconoce al mejor jugador de cada partido y que eligen los usuarios del 'Match Centre' de euro2008.com y el equipo técnico de la UEFA.

España, campeona de Europa

La selección española de fútbol derrotó a Alemania con un solitario gol de Fernando Torres en el minuto 33 y se alzó con la segunda Eurocopa de su historia, tras la conquistada en 1964, después de un partido muy serio en el que Alemania inquietó la meta de Casillas durante la primera mitad, pero fue inferior en la reanudación, donde pudo sufrir una derrota mucho más contundente.
España, campeona de Europa

La selección española de fútbol derrotó a Alemania con un solitario gol de Fernando Torres en el minuto 33 y se alzó con la segunda Eurocopa de su historia, tras la conquistada en 1964, después de un partido muy serio en el que Alemania inquietó la meta de Casillas durante la primera mitad, pero fue inferior en la reanudación, donde pudo sufrir una derrota mucho más contundente.
Los de Luis Aragonés, que se despide del banquillo nacional con 'broche de oro', vengaron la derrota sufrida en la otra final europea disputada en 1984 ante Francia, tras culminar un torneo de Austria y Suiza, prácticamente perfecto en el que contaron todos sus partidos por triunfos, salvo la victoria conquistada ante Italia desde el punto de penalti.
De este modo, la inteligencia de Fernando Torres, anticipándose al lateral alemán Lahm, tras un pase de Xavi Hernández en el minuto 33, fue suficiente para que los aficionados españoles de todo el país puedan celebrar por todo lo alto, un título de postín que se resistía tras numerosos años de sinsabores.
Sin embargo, el primer 'susto' para los intereses españoles llegó con apenas tres minutos de juego, cuando Sergio Ramos cedió hacia el centro un balón comprometido que Miroslav Klose no supo aprovechar, tras adelantarse a la zaga española, pero marrar en el control, que salió por la línea de fondo demasiado largo.
Y es que de salida, el control del balón, fiel al guión previsto, fue para España, en las botas de la calidad técnica de los Iniesta, Cesc o Xavi Hernández, pero tan sólo buscaron una y otra vez el pase largo hacia los desmarques del solitario Fernando Torres, mientras Alemania supo asumir su mayor peso y experiencia en las finales para tomar el mando poco a poco, encerrando en su campo los diez primeros minutos a los de Luis Aragonés.
La reacción de la 'Roja' llegó en el minuto 14 con una incorporación por la izquierda de Xavi, que metió un preciso pase al hueco para Iniesta, cuyo centro obligó al veterano Jens Lehmann a demostrar sus reflejos, tras pegar en la rodilla del madridista Christoph Metzelder.
Mucho más cerca de inaugurar el marcador de la final estuvo Torres en el minuto 22, cuando remató a la base del palo derecho germano un centro desde la derecha de Sergio Ramos anticipándose a Mertesacker. Y es que España logró sacudirse con el paso de los minutos la presión alemana, que buscaba el gol sustentado en apariciones, siempre por la izquierda, de su mejor jugador en esta Eurocopa: Lukas Podolski.
TORRES CONSIGUE LA RECOMPENSA A SU LUCHA
Sin embargo, fue España la primera en hacer 'sangre' sobre su rival por medio de nuevo del delantero del Liverpool, que esta vez sí logró ver puerta con éxito. La jugada se gestó en el minuto 33, con un pase en corto de Marcos Senna sobre el barcelonista Xavi, que lanzó un envío sobre Torres que peleó con Phillip Lahm hasta adelantarse por velocidad y picar con suavidad sobre Lehmann para enviar el esférico mansamente a la red.
Alemania acusó el golpe e incluso estuvo noqueada en los minutos sucesivos, en los que España, liderada por un infatigable Torres que se fajó con la defensa germana, pudo poner más tierra de por medio, en un golpeo de Iniesta para Silva que, sólo en el segundo palo, se llenó de balón y envió a las nubes según le venía.
Sin embargo, el marcador no se movió antes del descanso y España se fue camino de las duchas a tan sólo 45 minutos del triunfo, de la gloria y, sobre todo, de su segunda Eurocopa, tras la conquistada en 1964. La reanudación trajo relajación para las dos escuadras, que optaron por 'guardar la ropa' recelosas de un gol en contra que trajera un escenario más adverso.
KURANYI ASUSTA, PERO NO BRILLA
En el minuto 53, España despertó con una doble oportunidad para volver a meter presión a Alemania, que sólo supo reaccionar metiendo en el campo a otro sus clónicos 'panzer' Kevin Kuranyi, prácticamente inédito en todo la Eurocopa. Así, un remate cruzado de Xavi 'topó' con las yemas de los dedos de Lehmann que desvió agónicamente a córner, mientras que a la salida del mismo Sergio Ramos estuvo a punto de desviar en el área chica y de tacón un disparo de Silva, que no acertó a rematar según le venía.
El cambio dio más mordiente a Alemania, no por argumentos técnicos sino por empuje. Así, el minuto 59, una dejada en la medialuna del área de Bastian Schweinsteiger propició un 'latigazo' de Ballack de primeras desde fuera del área, que salió rozando el lateral derecho de la red de Casillas.
España, lejos de echarse atrás, contestó con la descarada insolencia propia de una selección más joven que la alemana. De este modo, el largo peregrinar en el desierto de la 'Roja' pudo ver más de cerca su maná con tres ocasiones prácticamente consecutivas en el minuto 66, pero el cabezazo de Ramos tras una falta botada por Xavi, el 'trallazo' de éste mismo a la salida de un saque de esquina y la incursión de Iniesta en el área chica fueron convertidas en simple 'espejismo' por un genial Lehmann.
En el minuto 78, nada más quemar Alemania su último cartucho con la entrada del 'español' Mario Gómez, Rosseti 'echó un cable' a los de Joachim Loew al pasar por alto un despeje con la mano fuera del área de Lehmann. Tres más tarde, Senna estuvo a punto de coronar su sensacional torneo con un gol que diera la puntilla, pero no llegó a rematar en boca de gol una dejada con la cabeza de Güiza, que entró en lugar del 'gladiador' Torres, tras un centro de Santi Cazorla.
De ahí al final, Alemania lo intentó apoyado en el músculo y en balones al área que una y otra vez fueron repelidos con solvencia por la zaga española, la misma que, unida al resto de los 22 integrantes de la expedición española, corrió como loca por todo el césped del Ernst Happel de Viena, nada más decretar el italiano Rosseti el final del encuentro.

Las calles de Viena se tiñen de rojo español y blanco alemán en un ambiente festivo y sin incidentes

Cientos de aficionados españoles y alemanes se concentraron hoy en el centro de Viena en las horas previas de la final de la Eurocopa, que enfrentará esta noche a las selecciones de España y Alemania, para convertir el centro histórico de la capital austríaca en una gran zona de fiesta en la que no se produjeron incidentes entre las aficiones.
Las calles de Viena se tiñen de rojo español y blanco alemán en un ambiente festivo y sin incidentes

Cientos de aficionados españoles y alemanes se concentraron hoy en el centro de Viena en las horas previas de la final de la Eurocopa, que enfrentará esta noche a las selecciones de España y Alemania, para convertir el centro histórico de la capital austríaca en una gran zona de fiesta en la que no se produjeron incidentes entre las aficiones.
Las estimaciones de la policía cifran en 40.000 los aficionados alemanes y en 15.000 los hinchas españoles que se han acercado a la capital austríaca para presenciar una final en la que la seleccióne española puede conseguir su segundo título Europeo.
A pesar de que Viena tenga la zona reservada para los aficionados más grande de la Eurocopa con una largo paseo arbolado, la mayoría de hinchas confluyeron en el centro de la ciudad y la plaza de la catedral de Saint Stephen se convirtió en el centro de reunión para los aficionados que acudirán esta noche al estadio Ernst Happel.
Desde las primeras horas de la mañana, los aficionados españoles convirtieron la plaza de la catedral en un mar de colores rojo y amarillo y sus cánticos y banderas se mezclaron con las de los aficionados alemanes para conformar un ambiente festivo marcado por la pasión por el fútbol.
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